Salud

Indignante: es paciente oncológico y afronta una recaída por inoperancia de la obra social

domingo, 9 de Junio de 2024

Máximo necesitaba un trasplante de médula pero la burocracia se lo negó durante meses. La semana pasada los síntomas negativos retornaron debido al tiempo que tuvo que esperar.

Máximo tiene 20 años, vive en Bariloche y en 2022 le detectaron linfoma de Hodgkin, una enfermedad a partir de la cual se desarrollan células malignas (cancerosas) en el sistema linfático. Durante el 2023, recibió quimioterapia y su salud mejoró. En ese contexto, los médicos le informaron que necesitaba realizarse un autotrasplante de médula para avanzar en su proceso de curación, ya que si no se trataba rápido, podría sufrir una recaída. Ahí comenzó el infierno burocrático.

El joven es afiliado a IPROSS, la obra social de Río Negro, la misma que lo sumergió en un océano de trámites e inoperancia mientras enfrenta su enfermedad. “Terminamos la quimioterapia en noviembre de 2023, tuvimos que hacer un estudio para ver si todo estaba bien y entre el tiempo que esperamos la autorización, pasó un mes”, cuenta Mariana Jaroslavsky, la madre de Maxi. También perdieron tiempo valioso cuando necesitó realizarse una biopsia, otro paso indispensable para avanzar en el tratamiento.

Específicamente, Maxi necesita un autotrasplante de médula, un método utilizado con frecuencia para enfrentar el linfoma de Hodgkin. Junto a su madre, presentaron la documentación el 12 de enero de 2024. Casi cinco meses después, aún no accedió al tratamiento. En todo ese tiempo, tuvo que presentar  documentación que ya había entregado, mientras anhelaba no sufrir una recaída. “Cada papel que presento, tiene que ir a Viedma, que está a 800 kilómetros de Bariloche porque no hay nadie acá que lo pueda autorizar. Eso retrasa todo, más allá de la inoperancia de algunas personas”, explica la madre del joven.

Las malas noticias llegaron la semana pasada. Los ganglios inflamados volvieron y Maxi teme estar ante una recaída. “La médica nos dijo que probablemente lo sea porque se tardó demasiado”, explica Mariana. El viernes pasado, el joven se sometió a un nuevo estudio para determinar cómo es su estado de salud. “En diciembre tardaron un mes en autorizarlo, ahora que comencé a salir en los medios, fue de un día para el otro porque saben que están haciendo las cosas mal”.

Mientras esperan la autorización definitiva que,“estaría avanzada”, la familia hace fuerza para que los estudios arrojen resultados positivos. Es que, si la recaída se confirma, Maxi tendrá que rehacer tres ciclos de quimioterapia. “El tiene que hacerse una criopreservación de esperma porque tiene una alta chance de quedar estéril por la cantidad de químicos que le están dando. Me habían dicho que únicamente se podía hacer en Neuquén, así que iba a tener que viajar desde Bariloche y volver. Además, nosotros teníamos que pagar todo y después ellos iban a ver los reintegros. Ahora, milagrosamente y como el caso tomó notoriedad, me dijeron que lo puede hacer en Bariloche”.

Y cierra: “Es una maldad, es una crueldad hacer lo que están haciendo porque significa que podían haberlo hecho antes”.

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