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Hace 38 años, Argentina ganó el Mundial de México: cuatro anécdotas imperdibles de ese torneo

Sábado, 29 de Junio 2024

El 29 de junio de 1986 se concretó una de las hazañas más grandes en la historia del deporte nacional, con Maradona y la Copa del Mundo en el Azteca

Así como el 18 de diciembre de 2022 se convirtió en una fecha de celebración para toda una generación de futboleros, el 29 de junio de 1986 se vivió una de las alegrías más grandes en la historia del Fútbol Argentino. Aquella tarde, Argentina venció 3 a 2 a Alemania Federal y se consagró campeón del Mundial de México.

Tras el pitazo final del árbitro brasileño Romualdo Arppi Filho, se desató la locura albiceleste y comenzaron los festejos de los flamantes campeones del mundo, quienes habían llegado a territorio mexicano en medio de cuestionamientos y duras críticas, pero volvieron al país con la Copa del Mundo en las manos.

Ante semejante hazaña, los futbolistas afrontaron una jornada llena de festejos, anécdotas y emociones. Diego Armando Maradona fue el encargado de levantar la copa como capitán de la selección argentina, que se consagró campeona del mundo por segunda vez en la historia, y encabezó la vuelta olímpica en el estadio Azteca.

En medio de la multitud se vivieron distintas historias que quedaron en la memoria y, en fechas como estas, son recordadas con nostalgia. Algunas de estas anécdotas datan del día de la final, pero unas semanas antes se vivió otro hito futbolístico que trascendió a lo social con el triunfo por 2 a 1 ante Inglaterra, apenas cuatro años después de la Guerra de Malvinas.

La pelota del gol del siglo, olvidada

Durante la carrera de 60 metros en la que Maradona inmortalizó la jugada de todos los tiempos con “El Gol del Siglo”, una obra de arte hecha sobre el campo de juego, el capitán argentino tocó 10 veces la pelota hasta anotar el segundo gol de la Argentina contra Inglaterra. Apenas unos 4 minutos antes, también la había tocado una vez con el puño para superar a Peter Shilton en las alturas y poner a su equipo en ventaja, gracias a un evidente gesto de picardía.

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Esa misma pelota fue el pincel con el que dio pintó dos obras que quedaron en la historia grande del fútbol mundial, pero, unos minutos después de que el árbitro tunecino Ali Bennaceur pitara el final con la victoria albiceleste, la famosa Azteca pasó al olvido y jamás se volvió a conocer su paradero.

Tras gambetear a los defensores ingleses, Maradona esquiva a Shilton y la empuja para sentenciar

Tras gambetear a los defensores ingleses, Maradona esquiva a Shilton y la empuja para sentenciar «El Gol del Siglo».

Todos los recuerdos que quedaron de aquel 22 de junio permanecen en las manos de los propios jugadores, sus familias, algunos coleccionistas o históricos museos, excepto la mítica pelota. Según el testimonio de algunos presentes, aquel pincel de Maradona habría sido conservado por la FIFA para utilizarse en los partidos siguientes, ya que la Copa del Mundo continuó por varios días más.

A diferencia de la anterior, la Azteca utilizada en la final ante Alemania quedó atesorada en las manos de Roberto Mariani, uno de los ayudantes de campo de Carlos Salvador Bilardo que fue por ella en medio de los festejos por el campeonato mundial.

El festejo mundialista, íntimo

Unos instantes después del final del encuentro, Maradona alzó la Copa del Mundo y concretó el sueño de todos los argentinos. A partir de allí comenzaron los intensos festejos que duraron largas horas en México y luego se extendieron en la Argentina.

Sobre el colmado campo de juego, los futbolistas dieron la vuelta olímpica en medio de la multitud mientras Diego era llevado en andas por Roberto Cejas, un hincha que se infiltró en la cancha y cargó al 10 en los festejos. Tal fue el descontrol en el césped y en los vestuarios que el plantel quiso tener una celebración un poco más íntima.

“Apenas pudimos, nos fuimos a disfrutar de nuestra propia vuelta olímpica en la cancha donde nos habíamos entrenado todos los días. Tranquilos, nosotros solos”, relató el propio Maradona en alguna oportunidad.

El capitán llevaba la copa pegada y pocos pudieron quitársela de las manos hasta la llegada al predio de América de México, donde Argentina entrenaba en el sur del Distrito Federal. Fue en ese lugar donde los campeones decidieron celebrar solos en la cancha Nº 1 del complejo que los recibió durante aquel torneo, la cual Diego describió como “la vuelta olímpica más linda de mi vida”.

El DT Bilardo, enojado

Durante una entrevista con Espn, Jorge Valdano contó la historia del particular enojo del entrenador Bilardo, quien a pesar de haber sido campeón del mundo mantenía su obsesión por el orden táctico.

“Después del partido, inmediatamente se agarraba la cabeza y decía: “dos goles de cabeza””, confesó el delantero, autor de un gol en la final. Cuando la Argentina ganaba por 2-0 gracias a los goles de José Luis «Tata» Brown y Valdano, Alemania Federal anotó dos goles similares a través del tiro de esquina sobre el final del partido e igualó el marcador. Karl-Heinz Rummenigge descontó en el minuto 74 y Rudi Völler empató el encuentro a los 81 minutos, por lo que el DT no pudo contener su indignación a pesar de que Jorge Burruchaga selló el 3-2 de la victoria final.

Mientras el plantel argentino festejaba, Valdano tuvo un particular cruce con Bilardo: “Vino con un rasgo muy bueno, no sacó la navaja para vengarse de todos los que lo habían perseguido. Y me dijo dos cosas, una de los córners para matarnos por los dos goles y la segunda que me dijo me pareció todavía más increíble, me dice “lo bueno de esto es que no tenemos que jugar Eliminatorias”. Su manera de disfrutar era esa. Un tipo tan competitivo que para él lo único que lo reconfortaba era ganar”, aseguró.

Con el título sellado, la selección esquivó las Eliminatorias sudamericanas y clasificó automáticamente al Mundial de 1990 por ser campeón de la edición previa, medida que ya no continúa vigente en la actualidad, pero Bilardo siempre recordó con dolor que a su equipo le anotaran dos goles de cabeza en una final del mundo.

Mientras Maradona celebra, Bilardo intenta dar indicaciones tácticas a su equipo.

Mientras Maradona celebra, Bilardo intenta dar indicaciones tácticas a su equipo.

El período entre mundiales, oscuro

Maradona intenta gambetear a Dunga en la derrota 2-0 ante Brasil por la Copa América de 1989.

Maradona intenta gambetear a Dunga en la derrota 2-0 ante Brasil por la Copa América de 1989.

Foto: AFP

A diferencia de la selección campeona en el Mundial de Qatar 2022, quienes tres meses después del título mundial afrontaron varios duelos amistosos con su gente, los dirigidos por Bilardo recién volvieron a jugar el 10 de junio de 1987, casi un año más tarde, en Zurich ante Italia, como preparación para la Copa América que disputarían como local.

Entre la Copa del Mundo de 1986 y la siguiente edición de 1990 en Italia, Argentina atravesó un período marcado por la derrota y las peleas internas, en el que ganó solamente seis de sus 30 presentaciones oficiales.

Durante esos años forjó la mayor racha de partidos sin triunfos en su historia, alcanzó el récord de más minutos sin convertir un gol y participó en dos Copas Américas en las que no fue campeón ni subcampeón. Además, disputó 35 partidos consecutivos en el exterior, por lo que el último encuentro con Bilardo como DT en territorio argentino fue a finales de 1987.

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