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Fabiana Cantilo brindó un contundente show en el Luna Park

Sábado, 22 de Junio de 2024

La leyenda del rock nacional presentó su último espectáculo «Apocalipsis no» en una noche cargada de experiencias sensoriales.

Fabiana Cantilo se presentó el viernes en el mítico Luna Park y, a lo largo de casi dos horas, demostró por qué es la «reina del rock». La protagonista de la historia grande de la música nacional presentó «Apocalipsis no» en donde celebra sus más de 40 años de carrera.

Con un escenario de dos pisos y una «terraza» a más de 10 metros del suelo, Fabiana Cantilo recorrió todo el escenario en sus distintos niveles como así también se subió a una «nube» que se movió por el campo del Luna Park acercándose a cada uno de los sectores del estadio porteño.

Dentro del repertorio, Fabiana seleccionó joyas como «Monstruo de la Laguna», «Miedo», «Ángel de Amor», «Mi Enfermedad» y «Mary Poppins». Cada una de estas canciones fue interpretada con una narrativa intrigante y elaborada. Junto a su banda y grandes coros, Fabiana logró que el público se sumergiera en un mundo de sentimientos intensos y palpables. Las letras, cargadas de emociones crudas y honestas, tejieron una conexión inquebrantable entre el escenario y la multitud.

Sin dialogar con el público porque «no estaba en el guión», explicó durante los bises, Fabiana Cantilo contagió y se comunicó a través de sus canciones y de sus miradas que la mostraban visiblemente emocionada de estar ante un Luna Park repleto.

Claro que sumado al despliegue escénico de ella se sumaron talentos de renombre como Marian Pellegrino y la banda Silvestre y La Naranja con quienes cantó «La era del dragón» una canción que «escribimos juntos y me encanta», contó Cantilo antes de despedirse uno de sus mayores éxitos como «Fue amor».

Con una maestría innegable, Cantilo cautivó con los éxitos que resonaron como himnos generacionales, en una noche donde el cielo y el infierno, los miedos y las superaciones, se entrelazaron en un tapiz de emociones desbordantes.

«Apocalipsis no” fue una experiencia sensorial y emocional que reafirmó la grandeza de Fabiana Cantilo como artista. En una noche donde el rock nacional se vistió de gala, la leyenda no solo mostró su habilidad musical, sino también su capacidad para innovar y conmover.

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